Descripción
Ésta no es otra bitácora sobre El Cairo, ese monstruo de 16 millones de habitantes bajo el polvo incesante del Sahara, sino un relato único que descifra el corazón palpitante de una urbe caótica, repleta de bazares, mezquitas y callejones.???La lluvia es una ducha y a todo, aquí, le hace falta una ducha. Los edificios no pueden hacerse un baño de inmersión en el río, ni las calles ni las aceras, y todo está cubierto por una capa de arena y polvo. Entonces todo necesitaría una ducha. Ése es el primer impacto; aquí no llueve agua sino arena.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.